En todas las épocas, las sociedades campesinas que tuvieron éxito se dedicaron a buscar una simbiosis duradera entre el hombre y la tierra. (...)
Esa simbiosis supone un manejo del suelo, del agua y del bosque diametralmente opuesto a las actividades predatorias que acompañan cada vez más al aprovechamiento de los recursos impuesto por la sola búsqueda de la rentabilidad mercantil inmediata, en la economía capitalista, o de la maximización de la tasa de crecimiento del PNB, en la economía socialista. La racionalidad estrechamente productivista obliga a las empresas a aprovechar el beneficio y a echar sobre otros, siempre que sea posible, la carga de costos sociales y ecológicos de la producción, como se demuestra en la obra precursora de Kapp. Una parte de dichos costos se traduce en desigualdades sincrónicas; otra, hipoteca los recursos y la calidad del medio de los que dispondrán las generaciones futuras o, cuando menos, condena a éstas a enfrentarse a costos fuertemente crecientes de explotación de los recursos. y de protección del ambiente.
Ambiental/Seminario 4/U10-Profundizacion/12. Materiales de profundización.pdf
Sachs, I. (1980). Ecodesarrollo. Concepto, aplicación, implicaciones. Comercio Exterior, 30(7), 718-725.